BUENOS AIRES, 9 dic (Xinhua) -- El Gobierno de Argentina aspira a captar 1.000 millones de dólares con la anunciada colocación de un nuevo bono en moneda extranjera, lo que significará el regreso del país sudamericano al mercado internacional de crédito después de casi ocho años, confirmó hoy martes el ministro de Economía, Luis Caputo.
"Estamos buscando juntar 1.000 millones de dólares con una tasa por debajo del 9 por ciento", afirmó Caputo durante un evento de la Fundación IEB llevado a cabo en la ciudad de Buenos Aires.
El ministro se refirió a la operación financiera que realizará mañana miércoles el Ejecutivo, en la que licitará un bono en moneda extranjera a cuatro años con un cupón de 6,5 por ciento bajo legislación argentina, un instrumento que previamente había considerado más convencional y "atractivo" que otros títulos de deuda que ofrece el Gobierno.
"La idea de este nuevo bono es mostrar al mercado que si tuviéramos bonos más convencionales, el riesgo país sería otro", señaló Caputo.
Con esta nueva emisión, el Gobierno argentino aspira a cubrir parte de los vencimientos de deuda previstos para enero próximo que, según medios locales, ascenderían a unos 4.200 millones de dólares.
El ministro también volvió a referirse a la estrategia del Ejecutivo para la compra y acumulación de reservas internacionales, tras una advertencia del Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Queremos que la compra de reservas sea barata y ordenada. Si se mantuviera el mismo ratio que hay hoy, se podrían comprar 7.000 millones de dólares, pero si la base fuera a 6 puntos del Producto Bruto Interno (PBI), se podrían comprar 14.000 millones de dólares", refirió Caputo.
"Hay algunos que tienen la idea de que el FMI nos va a forzar a flotar y a salir a comprar reservas a lo loco, eso no será así", agregó.
El ministro ratificó además el esquema cambiario que rige en Argentina con un tipo de cambio que fluctúa entre dos bandas y en cuya dinámica, de ser necesario, interviene el Banco Central de la República de Argentina (BCRA) con compras o ventas de divisas para mantener el precio del dólar.
En ese sentido, indicó que el esquema no puede ir aún hacia uno de libre flotación debido a la alta volatilidad que presenta el país.
"Es muy pretencioso querer flotar de un día para el otro en un país que tiene esta volatilidad (...) ganar la credibilidad es muy difícil. Este es un trabajo que lleva tiempo y en ese proceso es importante la comunicación, decirle la verdad a la gente y que los resultados te avalen", concluyó Caputo.












